Mi viaje había llegado a su fin. Empiezas con algo puro, emocionante…
luego vienen los errores, los compromisos, creamos nuestros propios demonios…
Mi armadura no era un pasatiempo o una distracción. Era un capullo. Y ahora soy un hombre nuevo. Podrán arrebatarme mi casa, mis trucos y juguetes pero nunca me quitarán lo que soy.
Mi armadura no era un pasatiempo o una distracción. Era un capullo. Y ahora soy un hombre nuevo. Podrán arrebatarme mi casa, mis trucos y juguetes pero nunca me quitarán lo que soy.
Sí, fue una época feliz. Pero vamos a seguir con mi vida...