En muchas ocasiones, el mejor cine no es el más comercial ni el más conocido... Simplemente, el más trabajado... Y si con él te sientes totalmente identificado, entonces es que se trata de una obra maestra.
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lunes, 29 de octubre de 2012
viernes, 19 de octubre de 2012
UNO se alegra de resultar útil
UNO ha estudiado su historia. Muchas terribles guerras han sido libradas, donde millones de personas han muerto por defender una idea: la libertad. Y parece que algo que significa tanto para tantas personas, vale la pena tenerlo.
Puedes perder el control. Lo pierdes todo. Los límites. La noción del tiempo. Los cuerpos llegan a mezclarse de tal modo que no sabes quién es quién o qué es qué. Y cuando la dulce confusión es más intensa y crees que vas a morir de algún modo, mueres quedándote solo y tu cuerpo separado, pero la persona que amas sigue ahí. Es un milagro, puedes llegar hasta el cielo y regresar con vida, y volver, siempre que quieras, con la persona amada.
Lo que nos hace únicos son las imperfecciones..
Iguales
¿Por qué siempre tienen más lo que menos los merecen? ¿Por qué los cabrones ríen y los honrados padecen?
jueves, 11 de octubre de 2012
martes, 9 de octubre de 2012
Tu edad de oro
-¿Vas de camino a casa ahora?
- Sí.
-¿Puedo caminar contigo? ¿Te compró un café? Comenzó a llover.
- Está bien, no me importa mojarme.
- ¿En serio?
- Sí. De hecho, París es más bella en la lluvia.
- Eso es lo que siempre digo.
- No podría estar más de acuerdo, es más bella.
- Sí.
-¿Puedo caminar contigo? ¿Te compró un café? Comenzó a llover.
- Está bien, no me importa mojarme.
- ¿En serio?
- Sí. De hecho, París es más bella en la lluvia.
- Eso es lo que siempre digo.
- No podría estar más de acuerdo, es más bella.
martes, 2 de octubre de 2012
Margen de error
No sé qué decir en realidad. Tres minutos, para la mayor batalla de nuestras vidas profesionales. Todo se reduce a hoy. O, nos curamos, como equipo, o nos desmoronamos. Jugada a jugada, pulgada a pulgada hasta el final.
Ahora estamos en el infierno caballeros. Creedme, y, o nos quedamos aquí, dejándonos machacar o luchamos por volver a la luz. Podemos salir del infierno. Pulgada a pulgada. Yo no puedo hacerlo por vosotros, soy muy viejo. Miro alrededor y veo esas jóvenes caras y pienso… Pienso… He cometido todos los errores que un hombre de mediana edad puede cometer.
He despilfarrado todo mi dinero, podéis creerlo. He echado de mi vida a todo el que me ha amado y últimamente ni siquiera soporto la cara que veo en el espejo.
Mirad, cuando te haces mayor en la vida, hay cosas que se van. Vamos, eso… eso es parte de la vida.
Pero sólo aprendes eso cuando empiezas a perder esas cosas. Descubres que la vida es cuestión de pulgadas. Así es el fútbol, porque, en cada juego, la vida o el fútbol, el margen de error es muy pequeño: medio segundo más lento o más rápido y no llegas a pasarla. Medio segundo más lento o mas rápido y no llegas a cogerla.
Las pulgadas que necesitamos están a nuestro alrededor. Están en cada momento del juego, en cada minuto, en cada segundo. En este equipo luchamos por este terreno. En este equipo nos dejamos nosotros y cada uno de los demás por esa pulgada que se gana. Porque cuando sumamos una tras otra, porque sabemos que si sumamos esas pulgadas, eso es lo que va a marcar la puta diferencia entre ganar o perder, entre vivir o morir.
Os diré una cosa, en cada lucha, aquel que va a muerte, es el que gana ese terreno. Y sé que si queda vida en mí, es porque aun quiero luchar, y morir por esa pulgada.
Porque vivir, consiste en eso. Las seis pulgadas frente a vuestras caras. Yo no puedo convenceros de que lo hagáis, tenéis que mirar al que tenéis a vuestro lado, miradle a los ojos. Creo que vais a ver a un tío dispuesto a ganarla con vosotros, vais a ver a un tío que se sacrificara por este equipo. Porque sabe que cuando llegue la ocasión, vosotros haréis lo mismo que él.
Eso es un equipo caballeros y o nos curamos ahora como equipo, o moriremos como individuos.
Ahora estamos en el infierno caballeros. Creedme, y, o nos quedamos aquí, dejándonos machacar o luchamos por volver a la luz. Podemos salir del infierno. Pulgada a pulgada. Yo no puedo hacerlo por vosotros, soy muy viejo. Miro alrededor y veo esas jóvenes caras y pienso… Pienso… He cometido todos los errores que un hombre de mediana edad puede cometer.
He despilfarrado todo mi dinero, podéis creerlo. He echado de mi vida a todo el que me ha amado y últimamente ni siquiera soporto la cara que veo en el espejo.
Mirad, cuando te haces mayor en la vida, hay cosas que se van. Vamos, eso… eso es parte de la vida.
Pero sólo aprendes eso cuando empiezas a perder esas cosas. Descubres que la vida es cuestión de pulgadas. Así es el fútbol, porque, en cada juego, la vida o el fútbol, el margen de error es muy pequeño: medio segundo más lento o más rápido y no llegas a pasarla. Medio segundo más lento o mas rápido y no llegas a cogerla.
Las pulgadas que necesitamos están a nuestro alrededor. Están en cada momento del juego, en cada minuto, en cada segundo. En este equipo luchamos por este terreno. En este equipo nos dejamos nosotros y cada uno de los demás por esa pulgada que se gana. Porque cuando sumamos una tras otra, porque sabemos que si sumamos esas pulgadas, eso es lo que va a marcar la puta diferencia entre ganar o perder, entre vivir o morir.
Os diré una cosa, en cada lucha, aquel que va a muerte, es el que gana ese terreno. Y sé que si queda vida en mí, es porque aun quiero luchar, y morir por esa pulgada.
Porque vivir, consiste en eso. Las seis pulgadas frente a vuestras caras. Yo no puedo convenceros de que lo hagáis, tenéis que mirar al que tenéis a vuestro lado, miradle a los ojos. Creo que vais a ver a un tío dispuesto a ganarla con vosotros, vais a ver a un tío que se sacrificara por este equipo. Porque sabe que cuando llegue la ocasión, vosotros haréis lo mismo que él.
Eso es un equipo caballeros y o nos curamos ahora como equipo, o moriremos como individuos.
Al Pacino
Un domingo cualquiera
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