Por él, por su futuro, por el de sus amigos, por el de sus compañeros y por el de sus hijos, el trabajador español ocupó la calle el 29 de marzo en diferentes puntos del país en contra de la reforma laboral llevada a cabo por el Gobierno del Partido Popular. En Madrid y en Barcelona se congregaron 900.000 y 750.000 personas respectivamente, sin olvidar las diferentes capitales autonómicas como Sevilla, Valencia o Bilbao, donde la afluencia fue también masiva. En total, casi 8 millones de personas. Fue una jornada de reflexión, una jornada de esperanza y sobre todo, una jornada de lucha obrera contra el neoliberalismo. Gracias de todo corazón.